jueves, 17 de abril de 2008

Confía en el verde

Torrelles de Llobregat. El que tanta polémica había creado. Yo mismo he de reconocer que pensaba que saldríamos en las noticias, y al final no pasó nada... Confiaremos más la próxima vez en el buen hacer de los pilotos.

Nunca me ha gustado este circuito. Tiene muchas de las cosas que no me gustan en un descenso. Curvas muy cerradas, muchos bumps, pasos estrechos entre árboles, y un cortado de meta, que aunque creo que era asequible para mí, decidí no saltar. Puedo esgrimir muchas razones para "justificarme": el lunes tengo que ir a trabajar, no me va de 2 segundos, no por saltarme este cortado seré mejor piloto... Pero sin duda la razón más evidente es que no me gusta el aire, y aunque haga alguno de los saltos de este tipo, paso miedo, no me divierto, y 2 segundos no son razón suficiente para pasarlo mal.

El fin de semana, muy al contrario del año pasado, fue excepcional. Buen tiempo sin demasiado calor, alta participación pero no suficiente para colapsar los remontes oficiales, y un circuito muy trillado, pero divertido y que daba pie al espectáculo.

He de reconocer que mi actitud respecto a era totalmente opuesta a la que tenía cuando empezó la temporada en Sant Andreu de la Barca. Donde allí estaba eufórico por empezar y hacer un buen tiempo, aquí estaba resignado a correr una carrera por pillar 2 míseros puntos para la general de la copa catalana. No me gusta el circuito, pero es que además no tenía ganas. No me preguntes por qué, porque no tengo una razón, simplemente estaba pasando una mala racha. La semana anterior estuve allí entrenando, y no me llevé buenas sensaciones.

Así afronte el fin de semana, con resignación. El ritmo de entrenos fue subiendo progresivamente, aunque nunca conseguí hacer una bajada entera dándolo todo. Siempre había una o dos curvas donde me quedaba enganchado, y que me tiraban por tierra una bajada buena. Además, sigue habiendo una que nunca conseguí hacer dos veces por el mismo sitio y mínimamente rápido...

El Domingo intenté dejar atrás mi actitud derrotista, y cuando el semáforo verde del crono se encendió, decidí ir a por todas. Mi tiempo de la primera manga fue realmente sorprendente. Me sentí muy cómodo encima de la bici. No lo hice perfecto, como es habitual en mí, pero para las expectativas que tenía el viernes por la tarde, estaba siendo genial. Como casi siempre, había por ahí 3 o 4 segundos fáciles que rascar, y salí la segunda manga a buscarlos.

Conseguí bajar hasta los 2:14.440, más de 3 segundos por debajo de la primera, y aunque no me parecen suficientes, me colocaba en la posición 30, nada despreciable teniendo en cuenta que eramos 88 corredores élite. 5 puntos en vez de los 2 gratis, y la posición 41 en la general de la Copa Catalana. Creo que la experiencia de un año de competición, y mi esfuerzo en los entrenos del invierno han tenido en mi más efecto del que creía.

Para hacer la crónica un poco menos subjetiva, diremos que ganó Iván Oulego, al que le recuerdo grandes actuaciones la temporada pasada, pero ninguna victoria (espero que no me falle la memoria). Le sirvió el tiempo de la primera manga para llevarse el gato al agua, ya que Canals y Saiz no pudieron con él.

La siguiente prueba, la semana que viene, sin más faltar. El desierto de la Vall d'Uixó. Allí tuve mi verdadero bautismo en esto del descenso. Fue la primera vez que se pasó por mi cabeza la frase "¿Quién me ha mandado a mí meterme en esto del descenso?". El año pasado, la Vall estaba muy por encima de mi calidad como piloto, a ver este año que pasa... Allí estaremos!

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